Este año la nieve ha venido a visitarnos. Es una vecina frecuente en esta Sierra de Filabres, con más de 2000 m. de altitud. Este día de San Sebastian toda la comarca del Valle del Almanzora y por supuesto, la sierra, apareció cubierta con una capa blanca, silenciosa, tranquila.
Dos días que, mientras subía caminando hacia la Posada del Candil, disfruté de esa sensación de ser el primero en llegar a un territorio donde las personas nunca han llegado. Esa reverencia y enorme respeto que emana de lo mágico de un mundo transformado por la nevada.
Luego las temperaturas subieron y la nieve se ha retirado de la zona más baja. Aún queda bastante nieve a partir de los 1.500 m. Pero ya en las otras partes de la Sierra de Filabres los almendros anuncian la primavera. Nuestros almendros empiezan a cubrirse de flores que van desde el blanco al rosa pasando por todos los tonos intermedios. Almendros antiguos de variedades que suenan a verso “desmayo blanco”, “desmayo rojo”…
Olor a bosque y flores
El aire mezcla los olores del bosque de pinos con el de miel de la flores de los almendras recién abiertas. La hierba empieza a brotar y las flores más aventureras comienzan a salir en donde apenas hace dos semanas era un paisaje completamente invernal.
De nuevo la Naturaleza me sobrecoge. Renace donde parecía que todo había terminado sepultado por las nieves.
Sin duda es esa enorme fuerza vital escondida en las pequeñas semillas, en las raíces profundas, en el fondo de los troncos caídos, en las madrigueras ocultas y vuelve a sorprenderme, me deja sin palabras.
Así llega San Valentín la fiesta que llama a todo este resurgir AMOR. Sin duda lo es. Frente al silencio, la quietud y la sensación del final del invierno, cuando parece todo terminado, cubierto por el temor de que es el fin, nuestros montes y bosques en La Posada del candil, vuelven a llenarse de vida recién estrenada.
El ciclo primigenio recomienza.
Feliz Experiencia de la NUEVA PRIMAVERA 2020.
Javier Morterero.
Equipo Posada del Candil.
Coordinador Experiencias Candil.